CUIDÉMONOS PERO ... ¡VOLVAMOS A LA ESCUELA!

CUIDÉMONOS PERO ... ¡VOLVAMOS A LA ESCUELA!

Después de nueve meses de pandemia, aplaudimos los grandes esfuerzos que conjuntamente han hecho el Gobierno y la sociedad mexicana para controlar la pandemia. También coincidimos en que deben seguir todos los cuidados necesarios para evitar los contagios y la mortalidad, pero sin que dichos cuidados lleguen al extremo de provocar pánico o represión.

Sin embargo, estamos convencidos de que, a pesar de dichos esfuerzos, los contagios no son del todo inevitables y que tampoco son sinónimo de muerte, y menos, en niños o en jóvenes. Claro que la vida vale más que la instrucción pero creemos que, gracias a Dios, no estamos frente un caso extremo.

Dentro de estas circunstancias difíciles pero "controlables", debemos privilegiar otros bienes, también muy valiosos, en la niñez y en la juventud como la educación eficaz por parte de los Maestros y el verdadero aprendizaje por parte de los alumnos. También debemos rescatar otros bienes colaterales no menos importantes como es que las mamás puedan volver a dedicarse con esmero a su ya compleja labor de madres y amas de casa, que las mamás trabajadoras por necesidad recuperen sus trabajos y que las mamás de profesión magisterial puedan dedicarse con más calma a esas dos difíciles tareas.

¿Cuáles son algunas desventajas del confinamiento en alumnos, Maestros y Padres de Familia?

En los alumnos:

-Desánimo por disminución de actividades escolares, deportivas o interpersonales.

-Desmotivación porque no entienden bien o porque las clases virtuales no motivan o exigen igual, o porque algunos Profesores no ponen todo el empeño en los contenidos y/o didáctica de sus clases.

-Estrés porque algunos no conocen lo suficiente el manejo de la computadora o de las plataformas, por lo que su desempeño es deficiente o inconstante, en el mejor de los casos.

-Problemas musculares o vasculares por estar tanto tiempo sentados frente al monitor.

En algunos Maestros:

-Ineficiencia en la enseñanza por la falta de equipo o de dominio en uso de plataformas o recursos didácticos.

-Baja calidad en la enseñanza y en la retroalimentación.

En Padres de Familia:

-Falta de recursos, equipos o de dominio en el manejo de la computadora y/o plataformas.

-Mayor estrés por la responsabilidad de apoyar total o parcialmente a uno o varios hijos en las clases y tareas virtuales.

-Ambiente estresante en el hogar por la multiplicación de tareas de las madres y por el encierro en casa por meses.

¿Qué podemos considerar acerca del regreso a clases a pesar de la pandemia?

El riesgo del contagio puede seguir por años pero el COVID no es fatalmente mortífero. La vida no puede parar y menos por tanto tiempo. Nueve meses de confinamiento ya demostraron los grandes perjuicios económicos, mismos que afectaron a un número considerable de escuelas, y sobre todo, de alumnos que tuvieron que desertar no sólo de la educación privada sino también de la pública, o por lo menos, quedarse muy por debajo de los conocimientos que debían haber asimilado.

Es cierto que sí hay un pequeño riesgo de contagio entre la población estudiantil, pero si la vida dependiera de los riesgos connaturales, nadie saldríamos de la burbuja de la casa, que por cierto, tampoco es totalmente inmune. Todos los seres humanos corremos a diario muchos riesgos: caminar o transitar en la vía pública, en transporte privado o público, por violencia o delincuencia en la calle, por temblores, incendios, etc. ¡Durante toda la vida se corren riesgos... desde el vientre materno hasta la agonía!... Ésa es la vida humana.

Claro que el hombre, inteligente como es, debe tratar de evitar al máximo todos los riesgos (hasta del mosquito que causa el dengue) pero todos somos susceptibles a cualquier virus, microbio o accidente, simple y sencillamente... ¡porque somos humanos!

¿Qué soluciones podemos encontrar para el regreso a clases?

¡Muchas!... El hombre es increíblemente creativo...

Creemos que podemos volver a las actividades normales siguiendo con las medidas precautorias, sin que éstas sean apabullantes ni causen un temor excesivo o pánico (pues esto también provoca la baja de defensas, situación que favorece a virus o microbios).

Los educadores y administradores de la Educación, es decir, los expertos, pueden adoptar un PROGRAMA ESPECIAL EDUCATIVO que considere todas las precauciones posibles, como el que llaman PROGRAMA HÍBRIDO con variables que se de adapten a circunstancias particulares de personas, escuelas o regiones.

Lo único que todos deseamos es que la EDUCACIÓN sea de CALIDAD, de preferencia, de EXCELENCIA ACADÉMICA, como lo merecen todos los niños y jóvenes mexicanos, como lo desearíamos para cada uno de nuestros hijos.

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL