APOYO Y AMOR DE MADRE

APOYO Y AMOR DE MADRE

Ante los acontecimientos que se gestan en el mundo: guerra, corte de suministros, devaluaciones, recesión, pandemia, hambre, incertidumbre, miedo, recorte poblacional, revolución tecnológica y cambio climático; es lógico que los medios de comunicación manipulen estos contenidos para contribuir con su dosis de "pavor" para mantener a la población mundial "azorrillada".

No salimos de una y se perfila otra en el horizonte. Estas malas noticias se difunden creando zozobra e inseguridad. Cuando de niños algo nos asustaba, corríamos en brazos de mamá y ahora la mayor parte de la humanidad, ha renunciado violentamente a este consuelo.

Pero ... ¿ya no somos pequeños? ... Da igual, el sentimiento producido por el miedo nos deja tan indefensos, como unos niños. Ya no tenemos a quién recurrir; hemos con nuestra credulidad cerrado los brazos de mamá para nuestro consuelo.

¿Cómo renunciamos a Mamá? ... ¿cómo esta eso? ... si Mamá ya no está... ¿voló al Cielo? ... No me entiendes; te lo voy a explicar. Me refiero a tu Madre Original, no a la que te llevó en su seno, sino a aquella que nos dio a Jesucristo desde la Cruz, desde el patíbulo de la Redención. Hablo de la Santísima Virgen María, la intercesora más poderosa ante la Divinidad. Ya sé, que ya no crees; pero es el momento de rescatar tu fe y a tu Madre del Cielo ... es el momento de regresar a su regazo, a la seguridad de sus brazos, porque el panorama en el horizonte anuncia una tempestad sinigual desde la creación del mundo. Este fenómeno que amenaza con destruir nuestro país, nuestra cultura, creencias y nuestra forma de vida, se acerca a pasos agigantados de la mano del enemigo de Dios: Satanás ... Pero si no crees, empieza a hacerlo porque después será demasiado tarde.

El engaño, la mentira, la envidia, la ira, el orgullo y la soberbia se adueñaron del mundo; te hicieron creer que no existe el mal, ni el pecado, que no existe Dios, ni el diablo ... pero, te tengo una sorpresa: ... ¡están equivocados! ... El mal, el diablo, el pecado, el infierno y el Cielo existen, son una realidad irrefutable. El mundo espiritual existe y es un mundo en la eternidad.

Los argumentos de la rebelión del diablo, se los propuso a los cristianos y éstos por curiosidad los aceptaron. Dios le dio a Satanás la libertad para probar la fe de los hombres por 100 años y se le acaba el tiempo; en estos últimos lustros ha pisado el acelerador y ha diseminado sus errores por todo el planeta, con el cuento de diario: "si conoces del fruto del bien y del mal, seréis como dioses", "si me adoras te daré el poder sobre las naciones", "si te lanzas desde aquí ... los ángeles evitarán la caída" ... "convierte estas piedras en pan y sacia tu hambre". Estos han sido los milenarios argumentos del padre de la mentira, por lo tanto, fue necesario para encender la fe en nuestro continente, que la Madre de Nuestro Redentor se hiciera presente en nuestra nación, para protegernos de las insidias del perverso y maligno demonio, que quiere abarrotar el infierno de almas. Fue necesario, como antes dije, para fortalecer la fe, recién sembrada en el Valle del Anahuac, que la Virgen de Guadalupe extendiera sus brazos a la nación que había renunciado al maligno.

Así fue, que la Virgen María, la Morenita del Tepeyac, nos tomó bajo su manto, como hijos amadísimos de Jesús su Hijo.

Fue entonces, que la Nación Mexicana pasó a ser propiedad privada de la Guadalupana y desde entonces, acude a nuestro auxilio, nos protege y nos ama sin medida ... como una Madre.

El siniestro, que no duerme, se dio cuenta de que María había ido a consolidar la fe católica a México, Tenochtitlan, derribando los templos donde reinaba el demonio, echó abajo los ídolos y terminaron las guerras floridas que tenían llenos de miedo a los mexicanos. Esto enfureció al demonio, pero se dio cuenta que era la Mujer prometida en el Génesis, que debía aplastarle la cabeza, y que, al sólo nombre de María, el diablo huye porque no lo tolera.

Es por eso, que el Santo Rosario, ese ramillete de oraciones, lo espanta y se hizo el rezo común de los mexicanos.

Desde entonces, se reza en todo el territorio nacional con el desagrado de las logias masónicas, que son los templos del demonio desbancados del Anahuac, y que prosigue en la oscuridad conspirando contra la nación mexicana, que es la favorita de la Virgen del Cielo.

Su presencia ilumina nuestra fe, nuestra cultura y sus paisajes ... Que, a pesar de la ardua labor del demonio, el pueblo mexicano sigue resistiendo las tentaciones y se entrega noblemente en brazos de su Madre, la amorosa Virgen del Tepeyac.

SAPIENTIA LDI 

EDITORIAL