LA NAVIDAD ES LA PLENITUD

LA NAVIDAD ES LA PLENITUD

"¡Feliz Navidad... Feliz Navidad... Próspero Año Nuevo... y felicidad!" Este versito tan pegajoso fruto del invidente José Feliciano es un clásico de esta festividad... Pero en lugar de mover tu espíritu, te hace mover el esqueleto. La Navidad es el tiempo de los tiempos, es como dice San Pablo en su carta a los Gálatas (Gálatas 4:4).

"Mas cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, formado de mujer, puesto bajo la Ley".

Es decir que Dios ha colmado, en ese momento de plenitud, la infinita distancia que separa al Creador de la creación, sin fulminarnos como lo teme Isaías cuando siente que Dios se acerca.

Se subraya el hecho que es el nacimiento de un Niño, nacimiento que sigue conmoviendo el espíritu y el corazón de los hombres que ayer, hoy y mañana tenemos la seguridad de que Jesús es verdaderamente El Salvador del mundo.

Sus apóstoles, judíos de Galilea y de Judea, convivieron con Él, pero poco a poco a sus compañeros, les invade la impresión que no era sólo un hombre; que en aquel hombre totalmente hombre, había una sabiduría, una ciencia una potencia interior, una santidad que era de Dios.

Y en la noche del 24 de diciembre, en el seno de su Madre, en 270 días, es decir -en 39 ó 40 semanas- el Niño pequeño es el resultado de los miles y miles de años de la vida. Que el Niño Jesús llegó con la plenitud de los tiempos.

Los Profetas, las sibilas y el inmortal Virgilio lo anticiparon: La venida de la Divinidad Encarnada en un niño, el Niño Jesús.

La Encarnación, la gestación y el nacimiento de este niño son... "La plenitud de los tiempos" y este tiempo esta comprendido entre el 25 de marzo y el 25 de diciembre, los nueve meses requeridos por el plan de Dios para que ¡el verbo -la palabra- de Dios tome carne y se convierta en verdadero hombre!

La Navidad, no es sólo un estribillo de un villancico, es el acontecimiento más esperado de la humanidad, tan es así que su llegada partió la Historia en un antes y en un después.

La angustia de la caída, la culpa y el desorden fueron indultados y liberados del sufrimiento y el castigo, y recuperamos lo perdido... La salvación del género humano fue acogida por el beneficio de la Redención, llevada a cabo por la Pasión y Muerte de Jesús. ¡Por el Niño que nos ha nacido!... ¡Feliz Navidad!

SAPIENTIA LDI

EDITORIAL