LA CASTIDAD

LA CASTIDAD

¡La Castidad no es una opción … es una obligación! … ¿Cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? …

Resulta que el Cristianismo tiene como obligación la Castidad, ya que, ¡el soltero tiene que vivir como soltero; la viuda, como viuda; el casado, como casado y el Ministro, como consagrado!

El ejemplo más conocido fue Jesucristo, que vivió célibe toda la vida y las Sagradas Escrituras lo ponen como el Ideal cristiano, digno de imitar. Luego, el discípulo más amado, al que le abrió el corazón fue el célibe San Juan; a él, le reveló los misterios del mañana y fue el más longevo de los Apóstoles … ¡así de importante fue y es la Castidad!

La Castidad es un tesoro incomprendido, ya que, el que ejerce esta virtud, es una alegría para el Corazón del Divino. Pero … ¿y los casados y los solteros? … Bueno, que vivan castamente según su condición; el soltero, como soltero y el casado, como casado … Aún teniendo relaciones maritales, los esposos ejercen la Castidad; es por eso el vínculo del matrimonio, donde dos carnes se unen para formar una sola … son como un incendio, que envía influjos de amor a través de sus aromas,

Es por eso, que existen los Sacramentos tan olvidados: El primero, el Bautismo te desvincula del pecado original y de todo pecado, quedando más blanco que la nieve y la lana de la oveja.

El segundo, es la Confirmación, que se hace pública ante el Obispo, y es donde, con plena conciencia aceptas tu condición de cristiano … ¡Importantísimo!

Luego, viene la Primera Comunión, donde te integras a la comunidad católica alrededor del Altar para comer y beber el Cuerpo y Sangre de Nuestro Amado Salvador … todo un ejercicio hacia la santidad. Luego, viene el Sacramento de la Penitencia, donde se requiere humildad para reconocer, y confesar los pecados al mismísimo Jesucristo, representado por el Penitenciario. Este es muy importante porque se tiene que renovar cada vez que peques para luego volver a rescatar la Gloria.

¡Mmmh! … Viene el Sacramento que fomenta la santidad en familia: el Matrimonio, donde de dos se forma un solo cuerpo y que te ayuda a soportar el dolor de los hijos, las vicisitudes de la vida y te da luces para lanzar al Cielo una pléyade de cristianos.

Viene después el Sacramento del Orden Sacerdotal … en el que las almas generosas y célibes, se entregan a la Iglesia y a sus hermanos para continuar con el Sacerdocio Eterno de Jesucristo, con la herencia bendita de la Misa, el perdón de los pecados y la administración de los otros Sacramentos. En este renglón, consideramos que la Castidad tiene un papel relevante que trata de continuar el celibato (Castidad) de Nuestro Señor, sin que la cosquilla del diablo, _ su función, ya que el Orden Sacerdotal da a los herederos de la Santa Misa, las virtudes, sostiene la vocación y aleja o reduce las tentaciones.

Y por último, la Unción de los enfermos, conocida como la Extremaunción, que ayuda al lanzamiento de tu alma para la eternidad, a recoger el fruto de tu Castidad conyugal junto a los seres más amados.

Ante este panorama sacramental, ¿creen que sin estos medios es posible la salvación?

En este momento, todo conspira contra la Castidad: las ideas, las ideologías, las filosofías … todo es un desastre universal, que, olvidándose de los Sacramentos, se vive como si fuéramos animales. La Castidad casi está proscrita y todo atenta contra ello … Hoy dicen: todo, menos casto.

Recuerda, bautizado, que la Castidad … ¡es una obligación para la salvación!

También, recuerda que San Mateo 5:28 nos advierte que: Más yo os digo, el que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio con ella, en su corazón ….

Así concluimos, haciendo una advertencia como dice la Sagrada Escritura: cuida tus sentidos: los ojos, los oídos, la lengua y tu corazón; para que permanezcan puros ante la mirada del Señor.