DÍA DEL MAESTRO

17.05.2024

¡La estrella del desarrollo personal es sin duda el maestro!...

Este ser con vocación al conocimiento, la orientación y la enseñanza es la figura más entrañable en nuestros recuerdos de la infancia. En esa edad, donde al Maestro lo veíamos del tamaño de un gigante y nos asombra con la "magia de las letras", que luego, formaban palabras y oraciones, para luego leerlas … Era la palabra escrita, que ya podíamos entender y replicar.

Fascinante era saber leer y escribir; con este básico conocimiento podíamos viajar por el mundo y hurgar en el pensamiento humano.

¿Quién no recuerda a los maestros de la infancia? … Todos tenemos un dulce recuerdo de ellos. Si había que aprender, la mejor manera de hacerlo era con disciplina y respeto. Luego en la primaria, cuando se desarrolla el hábito y la habilidad de leer y escribir, veíamos las reglas de la Gramática para pulir la escritura y todo, gracias al maestro.

En nuestras vidas, éstos son los seres más entrañables, los que abrieron las puertas del saber y nos supieron orientar y comprender, y aplicar el conocimiento.

A la par, todas las clases traían intrínsecamente reglas morales para su aplicación. Durante esta etapa, se te da a conocer a Dios … no en lo doctrinal, pero sí en un marco litúrgico. Aunque la ley de Educación Pública actualmente condene a la religión Católica, en nuestros tiempos los inspectores de la Secretaría se hacían "los disimulados" ante crucifijos y cuadernos de Liturgia. Mi escuela era abiertamente católica y dirigida por Jesuitas.

En ese tiempo, mi maestra, a la que nunca olvidé, fue la profesora María de Los Ángeles Velarde, una docente que el paquete educativo te lo daba con conocimiento, veracidad y dulzura; ¡era tan fácil aprender con ella! Yo me divertía y a veces imitaba su firma, que a la fecha no he olvidado.

Luego, viene el cambio la educación multiprofesoral, en el que el horario de clases se dividía en distintas materias y distintos profesores. Era de admirarse la variedad de personalidades; los había distraídos, otros quisquillosos con la disciplina, pero los mejores eran los que te atrapaban con historias y así tejían en su clase muestras de la realidad con la aplicación del conocimiento. Hasta en este nivel, los profesores eran unos maestros de la enseñanza. En los siguientes niveles, limitaban su relación con el alumno, aplicándose sólo a la materia; aun así, en mi catálogo personal de "superhéroes" están muchos de ellos.

Como un homenaje a ellos, a mis maestros y a todos los que se dedican a esta profesión: gracias por su dedicación al servicio de enseñar … ¡Una feliz evocación, a los que ya fueron! Y a los que heredaron esa hermosa vocación de instruir y educar al futuro habitante del Cielo, y al profesional del presente … ¡A todos ellos un abrazo!