BOQUITA PINTADA

08.07.2020

BOQUITA PINTADA

Marina Camacho

"¡Mami, mami, mi maestra me dijo que no soy niño ni niña, que puedo ser lo que yo quiera, que puedo ser gay y otras cosas que no me acuerdo, y que si se me antoja vestirme de niña, no hay problema. En la clase, a veces nos pinta los labios de rojo y nos pone una peluca de muñeca, y a las niñas no les dice nada... nomás a las niñas... Mami... ¿Es cierto lo que dice la maestra Rubí?".

Brandon se jaló los tirantes de la mochila y la dejó sobre el sillón mientras su mamá Ana Perla, tragaba saliva y sus ojos se abrían desmesuradamente... Habían, ella y su esposo Bryan, decidido inscribir en la escuela de la colonia Condesa, "Héroes de Nacozari", a su pequeño hijo Brandon al Kinder a los 5 años. Brandon era un niño inteligente, despierto, sano y bautizado, pero... verdaderamente esto no se lo esperaba. ¡Vaya pregunta de Brandon y vaya sistema educativo de la escuela!

Perla aparentó no darle importancia al asunto y distrajo al niño con una golosina estuvo mordiéndose las uñas, hasta que llegó a su esposo Bryan. Después de la cena y luego de acostar al niño. Perla encaró a su esposo y sin decir "¡agua va!", se la soltó: "¿Sabías que al niño le pintan los labios de rojo en la escuela?". Bryan se atragantó con la galleta con la que acompañaba un vaso de leche y dijo: "¡¿Qué... qué?!". Empezó a sudar frío y, sobreponiéndose a la impresión, preguntó: "A ver, barájamela más despacio. ¿Qué pasó?". Ella le contó lo que dijo Brandon. Aturdido y preocupado, mesándose los cabellos comentó: "Ya había oído decir y las noticias lo confirman. ¿Te acuerdas cuando en la tele se vieron como protesta un grupo de niños vestidos con faldas, dizque por la discriminación de género? Lo comentamos en el trabajo con unos compañeros y sólo nos dio risa... pero parece que no fue ningún chiste... ¿Te acuerdas?". "Sí, dijo Perla, se nos hizo gracioso pero no pasó de ahí... pero ¿Y nuestro Brandon... qué? ¿Cómo es posible que hagan eso en su escuela? Tienes que avisar que mañana vas a llegar tarde al trabajo; esto hay que aclararlo mañana mismo. Tienes que acompañarme para hablar con la Directora". Se pusieron de acuerdo y él mandó un mensaje por WhatsApp a la oficina.

A la mañana siguiente, se apersonaron en la dirección de la escuela los papás de Brandon y enfrentaron a la Directora. La Srita. Melissa era la típica Directora de escuela pública, vestida contraje sastre, lentes y de figura delgada de apariencia biliosa. Con cierta afabilidad las recibió en su oficina, y preguntando la causa de la entrevista, ellos le comentaron el asunto que los llevó ahí... La Srita. Melissa frunció el entrecejo y con un rictus de condescendencia, les explicó que en la "nueva educación", y siguiendo las directrices de la SEP, se había acordado dar desde Preescolar, una enseñanza integrada a la "Ideología de Género" que prevé anticiparse a los hechos y formar una conciencia abierta para que desde chiquitos los "niños" fueran responsables de su sexualidad y decidir de manera temprana cuál sería su definición al respecto... que la responsabilidad es únicamente de ellos y que esto evitaría en el futuro, traumas y falsas identidades. Que el sexo es una construcción de acuerdo a la percepción que tenga cada uno de ellos y que el sexo se define de acuerdo a esta sensación.

Esta respuesta por parte de la Directora los sumió en un estado de perplejidad que sólo pudieron pronuncia un "¡Ahhh! ...".

La Directora, sin voltear a verlos y sacando un librito de la UNESCO, empezó un discurso de que... "Expertos en educación a nivel mundial han estudiado este fenómeno y han llegado a la conclusión de que, entre más temprano se defina el sexo de los niños por "ellos mismos", menos serán las consecuencias sociales para ellos; que no es un pecado ser gay o lesbiana o transexual o lo que sea, que es un beneficio de ellos y de la sociedad, y que ellos, como padres, deben coadyuvar para el fin educativo de esta definición; que no tienen el derecho de manipular a sus hijos para definirlos como ellos los perciben, ya que es tarea del infante decidir por sí mismos, de acuerdo a su propia apreciación. Que este "derecho" está contemplado en la ley y consagrado en la Cara de los Derechos Humanos. Que, por su bien, ayuden en esta tarea para no tener que ser sancionados por la autoridad.

Hubo más explicaciones por parte de la Srita. Melissa, pero los papás habían caído en estado catatónico y, aunque inconformes, no pudieron más que asentir con la cabeza.

Meses más tarde, la familia se había trasladado a la provincia, aprovechando una oferta que le hizo la empresa para tener un representante en la región. El monólogo de la Srita. Melissa había calado profundo en el ánimo de la pareja y optaron por aprovechar esta oportunidad.

Habían inscrito al pequeño Brandon en una escuelita de provincia, que administraban unas señoritas virtuosas de la localidad y en su programa de estudios contemplaba la convicción de que los seres humanos son dotados de inteligencia, voluntad y una definición sexual desde antes del nacimiento. Que Dios quiere en su Providencia, que unos nazcan niños y otras niñas, para garantizar la descendencia humana y que no hay ningún error en esta decisión divina, y cada quien, con su sexo, temperamento y psicología, vendrán a complementarse uno al otro, sin que hubiera ninguna contradicción. Que éste era el Plan de Dios para la descendencia humana y que no había porqué pintar la boquita de los niños con labial rojo para irlos orientando hacia una falsa realidad que nada tenía qué ver con la sabia y amorosa decisión de Dios.

En esta escuelita trataban a los niños como niños y a las niñas como niñas, tal como los dotó la naturaleza y sin contravenir los designios divinos para cada una de las personas.