HERMOSA POESÍA EN LA FIESTA DE LA ENCARNACIÓN (25 DE MARZO)
HERMOSA POESÍA EN LA FIESTA DE LA ENCARNACIÓN (25 DE MARZO)
"Y el Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros...".
"ET INCARNATUS EST..."
Gloria Riestra
Que el Verbo se hace carne, ¡oh desvarío
¡De amor, que paga el desamor con creces!
Viene a tocar las gotas de rocío
Y a acariciar los lirios y los peces...
Él estando tan alto,
Quiere allanar distancias con un divino salto,
Para pasear de tarde, gozándose en las mieses...
El Verbo se hace carne... Todo lo que hay se alegra,
Y al primitivo gozo el mundo se reintegra
Por Su paso visible...
Se regocija el agua del Jordán
Por su dicha increíble,
Y la espiga se crece pensando en ser el pan
De Sus manos bendito...
Se regocija el tierno corderito
Porque dicen que el Verbo va a parecerse a él;
Con sus orejas leves oyendo inaudito,
Loco de gozo trisca por el claro vergel...
Y se goza la abeja reposando en la flor,
Porque el nombre del Verbo ha de saber a miel,
A la miel que ella liba por mandato de amor...
Y el pacífico asnillo,
Él, tan dulce y sencillo,
Tiene una anunciación maravillosa
Que estremece su piel,
Porque Él, tan poca cosa,
Es la silla triunfal que el Verbo sueña;
Viene a mi soledad,
A tenderme Su mano de dulcísimo Amigo;
Viene a mi oscuridad,
A ofrecerme la hoguera de Su cándido pecho;
Viene a vivir conmigo
Al calor de mi techo,
Porque alumbre mis horas con Su clara amistad...
Viene a darme el placer
De sentirme Su hermana...
De sentirlo capaz, de un igual padecer,
Sabio de mi dolor...
Vamos a ir los dos cuando el cielo desgrana
Las primeras estrellas, del ocaso al fulgor,
Y en Bethania tendremos unas cenas de amor,
Mientras Martha se afana...
Y en Sus ojos, furtivas, unas lágrimas bellas
Limpias como estrellas
He de mirar brotar...
No he de cansarme nunca de oírle conversar,
Y mi sitio a Sus pies
Será para mí, mesa, lecho, fiesta a la vez...
¡Que el Verbo se hace carne! ¡Oh divina noticia!
Viene a dárseme todo en aquella delicia
Donde viaja conmigo mientras dura el viajar...
Celebrémoslo... Vamos el prodigio a esperar...
Vamos a ver del cielo, cómo baja Gabriel,
Y el rubor de la Virgen por el anuncio de él,
¡Aleluya! ¡aleluya!... ¡Et incarnatus est!...
¡Oh, lo increíble!
El que no ha llevado nunca más carga que la leña!
Ya hay en sus grandes ojos un destello de luz...
Todas aquellas cosas que nombrará Jesús
Se regocijan hoy; porque viene a elogiar
De los lirios, la veste; de la mies, el blanquear,
De los pájaros leves que no saben sembrar,
El abandono plácido en las manos de Dios...
Todas las cosas callan para Su voz;
Viene a izar la bandera de Su manto en el mar,
Y a arrullarse en sus olas en la barca veloz...
El granito pequeño de mostaza destella
De placer, porque Él lo traerá a la memoria;
Y la arena se goza de su plácida huella,
Y el olivo y el monte se consumen de gloria...
Regocíjanse el alba y la noche; y la luna,
Porque en el monte a solas, irá a besar Su faz;
Y entretanto que Él ora, ella será cual una lámpara fiel,
En toda Su jornada fugaz...
Todo se regocija, ¡pero más gozo yo!,
Al pensar en Sus ojos, en Su faz, en Su voz;
Más que a todos a mí Su venir me embelesa,
Más que a todas las cosas que con Él gozarán,
Porque viene por mí, a sentarse a mi mesa,
A ofrecerme Su vino y a comer de mi pan...