EL VALOR DE LA FIDELIDAD

EL VALOR DE LA FIDELIDAD

Hablando de valores y virtudes, en el momento actual, debemos fortalecer la fidelidad … el valor que nos da la fuerza de seguir siendo fiel.

¿Fiel? … Sí, fiel a Dios, esto significa fidelidad católica a todo lo que es Dios … su Iglesia, su doctrina, su Evangelio y sus promesas.

En esta época desafortunada, que más se parece el "final de los tiempos", ser fiel a los valores y principios de Dios es cosa de mucho valor.

En este momento de la historia se han degradado los verdaderos valores y virtudes, que, hasta parece que nunca existieron.

Hablando de fidelidad, es uno de los valores fundamentales que no hay que olvidar y tratar de rescatar. El que es fiel es un justo. De hecho, en las Sagradas Escrituras, el justo es el hombre fiel a Dios … y el que es fiel a Dios, es fiel en cualquier otro orden de la vida.

El matrimonio pasa por una crisis nunca antes vista; es un problema de fidelidad de alguna manera, en esta nueva cultura o paradigma que impone el pensamiento revolucionario. Uno de sus mayores ataques es a la fidelidad; los matrimonios naufragan en esta visión fundada en él egoísmo. Por eso, podríamos decir que la fidelidad es la virtud de las virtudes. Siendo fiel, cultivas el resto sin problema: serás fiel a tus amigos, a tu profesión, a tu Patria.

Ser fiel es no dar cabida a las discordias, a la envidia, a la ambición, al amor por las cosas … en fin, ser fiel, es tener fe en esta y en la otra vida, y, sobre todo, en las promesas de Jesús Resucitado.

El que es fiel no teme … La fidelidad es una coraza que te eleva al Cielo.

¡Busca primero el Reino de Dios y su justicia y todo, se os dará por añadidura! (Mat, 6-33).